#PrimeraNETA: “Ni le entiendo y además me vale madres”. A niveles de licenciatura por ahí van las opiniones sobre la elección del Poder Judicial, escalofriantes. Es que el grueso de la población sabe muy poco más allá de sus estrictos deberes, que en buena medida están mal hechos. Sus redes, sus “instas”, poco más.
A ver si con un poquito de futbol se entiende mejor el asunto: vamos a imaginarnos que la gloriosa Liga MX presentará la próxima semana una reforma sin precedentes al futbol mexicano, insólita. Uno pudiera pensar que se trataría, por fin, de anunciar el fin de la multipropiedad, el regreso del ascenso y descenso y, además, la exigencia para que todos los equipos de #Molelandia tengan que jugar cada torneo 3 mil minutos con morritos nacidos entre 2002 y 2007; por ahí tendría que ir aquella reforma, no me puedo imaginar otra.
Pero no, resulta que esa reforma anda volteando para otro lado, la mira está puesta en la Comisión de Árbitros de la FMF y se ha decidido que los árbitros ya no serán designados según su experiencia, calidad o actuaciones pasadas, ahora serán elegidos democráticamente por los aficionados del equipo más popular del futbol mexicano; da igual si son las Chivas, América, o Tigres; lo que es un hecho es que los aficionados del equipo más querido serán los encargados de designar a los árbitros de cada jornada. Porque eso es lo justo, dirá el discurso oficialista de la FMF: “que sea el pueblo el que decida quiénes serán los impartidores de justicia en cada jornada”.
Se van a montar unas urnas en el Estadio Azteca, a donde llegarán los seguidores del Ave, para votar libremente por los árbitros que ellos consideren más aptos para pitar cada fecha. Para cuando llegue el día de las votaciones, cada candidato a árbitro habrá ya hecho su campaña publicitaria en TikTok y en mesas de análisis, junto a un puñado de bufones.
#SegundaNETA: La reforma se aprobó, se ha convocado a elecciones y los aficionados del equipo más popular han acudido a las urnas, para decidir las listas de nazarenos. ¿Cómo se irán a comportar esos árbitros una vez que inicie el Apertura 2026? ¿Querrán enfurecer con alguna decisión a quienes los eligieron? ¿Expulsarán a Malagón en la semifinal de vuelta después de una gigantesca plancha? ¿O preferirán agradar a la tribuna?
El reglamento se acabaría, las decisiones estarían de un solo lado, del popular, y no habría justicia en la cancha; porque cuando el árbitro no es neutral, lo mejor es abandonar el juego. Pues aquella imaginaria reforma futbolera ya sucedió. Y no en el futbol: ha sucedido en el Poder Judicial del Estado mexicano, y es un poquito más delicada, porque no se trata de ir al manchón penal tras una dudosísima falta, se trata de ir a un penal, probablemente de máxima seguridad, después de una carga legal.
#NETASextras: Por si alguien no le había entendido al asunto, espero que este símil se los aclare; aunque diría mi amigo Jorge Medina: “Pero ya es muy tarde, el mal ya está hecho”.