No importa cuantas veces toquemos este tema, no importa porque parece inevitable caer en lo mismo: los ricos son más ricos en Grandes Ligas.
Cada vez más ricos como para comprar a esos peloteros de plano incosteables para otras franquicias DENTRO de la misma competencia.
Las medidas, como un fondo central, un tope en las firmas de los drafteados, entre otras, no han detenido un enorme contraste entre las ciudades poderosas y las de un mercado el cual “apenitas” puede acceder a pagar estos sueldos.
En sí pensar si son 800 mdd lo que le pagarían por un contrato a Juan Soto, explica el porqué es en TAN, en Nueva York, la más probable firma de ese compromiso, pues ya se habla de si Scott Boras está “jugando sus cartas” para encarecerlo con los Mets por si lo quieren de nuevo los Yankees…
Es una verdad para insistir: respecto del Central Fund de Las Mayores, ya deben —casi urgentemente— etiquetarlo para firma de agentes libres caros, quizá para los equipos no clasificados o los de las nóminas 15 a 30; ¡ojo ahí, comisionado Manfred!… la cosa es que NUNCA se va a querer enemistar con sus patrones, los dueños de los equipos.
Todo se redondea con la firma del lanzador abridor Blake Snell con los Dodgers de Los Ángeles, que le estarían dando un aproximado de 36 mdd por cada una de las cinco temporadas de contrato, con esto sumándose al regreso de Ohtani a la lomita, la consolidación de Yamamoto, la calidad de Glasnow y la (dicen) muy probable llegada de Roki Sasaki.
Está el tema de cómo los Dodgers “perdieron” la disponibilidad de Dustin May, Julio Urías, Gavin Stone, entre varios más, y se repusieron con una muy fuerte aparición en el octubre de los playoffs como para ganar la Serie Mundial.
Y sí, aun siendo campeones, los equipos deberían siempre reforzarse, no volverse una “venta de garage”, como les pasa precisamente a esas franquicias de ciudades no tan poderosas económicamente: por eso los azules californianos dan este golpe en la mesa para dejar boquiabiertos a muchos aficionados.
Cabe mencionar la presión que enfrentará la oficina del comisionado para que ya no existan “salarios postergados”, pues esto es algo de lo consecuencial de tales medidas; necesitamos un beisbol competitivo en buena lid.
CINCO AÑOS
Los que cumplió el otrora atleta olímpico Horacio de la Vega al frente de la Liga Mexicana de Beisbol, con un crecimiento enorme en la difusión, con mayor cantidad de franquicias, además de la creación de una Liga Mexicana de Softbol como un gran acierto.
Sin duda, sigue habiendo retos importantes, aunque será en la medida de la exportación de talento mexicano —con prospectos altamente competitivos no sólo a Estados Unidos— donde se pueda consolidar aún un mayor éxito para nuestra pelota.