Un clásico inolvidable en Argentina, quizá el más pasional del mundo, el rosarino, el que enfrenta a Central ante Newells se resolvió con un golazo que ha quedado para la historia.
Ángel Di Maria, un canalla en toda extensión se fue en 2007 a Europa con el Benfica y 18 años después apareció de nuevo para resolver el partido ante Newells con un tiro libre al ángulo en el minuto 82.
Fue este un partido a pulso de un clásico que hierve. En la víspera, los aficionados de Rosario había enseñado su amor por el equipo con una batucada de noche en el estadio y quemando muñecos de plástico con el uniforme rojinegro de los leprosos, en medio de una semana caótica por los sucesos violentos en Avellaneda entre Independiente y U de Chile.
El partido fue mejor en el segundo tiempo, por la actitud protagonista de Rosario sin que pudiera hallar la forma de abrir el marcador, hasta que aparecio Di María.
Fue tambén un partido con varios ex de la liga mexicana como Ignacio Malcorra y Darío Benedetto, ex delantero del América y quien era el tercer portero en los días en que Keylor Navas decidió dejar a Newells para vestirse con el uniforme de Pumas
El Gigante de Arroyito explotó al final con la magia del tiro de Di María, parado frente a la pelota, como chico bueno de la película, en un fervor que había esperado hace tanto tiempo. Le pegó con pasión, con amor a un balón que hizo el efecto curvo para que todos los Canallas de Central no duerman esta noche. Un gol que queda para el recuerdo a la altura de aquella paloma de Aldo Pedro Poy.