La Liga Mexicana de Beisbol, 100 Años de Éxitos, Impacto y Crecimiento

Irene Muñoz.

Este fin de semana, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) celebró con gran orgullo su centenario, una ocasión histórica que nos invita a reflexionar sobre el impacto económico, social y cultural que ha tenido en el país. Si bien los primeros 100 años de historia están marcados por momentos inolvidables, es innegable que la última década ha sido clave en su transformación, bajo la presidencia de Horacio de la Vega.

Hace apenas seis años, la LMB se encontraba en una etapa crítica. Enfrentaba desafíos significativos como la necesidad urgente de modernización, contar con una visibilidad limitada y una competitividad que empezaba a decaer frente a otras ligas profesionales. Sin embargo, la visión de De la Vega, combinada con el respaldo de empresarios como Alfredo Harp Helú, Alejo Peralta y Jorge Pasquel, cambió el rumbo de la liga. Hoy, es ya un referente para el deporte mexicano.

La transformación de la LMB no solo ha sido a nivel deportivo, sino también económico. Gracias al esfuerzo conjunto de directivos, jugadores y empleados, la liga ha generado un notable impacto económico en las ciudades que albergan a los clubes. Por ejemplo, el reciente proyecto del equipo Conspiradores de Querétaro, con una inversión superior a 1,000 millones de pesos, generó más de 1,400 puestos de trabajo, tanto en la construcción del estadio como en su operación diaria. Además, el crecimiento en la asistencia a los estadios ha sido clave. En las últimas temporadas, más de 9.7 millones de aficionados han acudido a los parques de pelota, lo que ha promovido una cadena de empleos en sectores como seguridad, ventas, mantenimiento y atención al público. Estos avances no solo han fortalecido la industria del beisbol en México, sino que también han tenido un impacto positivo en la economía local, promoviendo el turismo y la inversión en infraestructura así como desarrollo.

A lo largo de estos 100 años, la Liga Mexicana de Beisbol ha sido mucho más que un deporte; ha sido un verdadero motor de cohesión social. En cada ciudad donde los equipos juegan, el beisbol ha logrado unir a familias, generaciones y comunidades, creando un espacio de identidad compartida. Eventos como el Juego de Estrellas, que este año comenzó con una Gala del Centenario en la Ciudad de México, han servido de plataforma para rendir homenaje tanto a los pioneros que fundaron la liga, como a quienes continúan alimentando su legado. La LMB ha demostrado ser un fenómeno social que trasciende el ámbito deportivo, conectando a personas de todas las edades y creando un lazo indestructible entre los aficionados.

Este éxito también se ha visto reflejado en su visión internacional, que ha mejorado significativamente la experiencia del aficionado. En los últimos años, la liga ha logrado traer a ex estrellas de la MLB con renombre internacional, como Robinson Canó, Didi Gregorius, Luke Voit y Trevor Bauer, elevando la calidad del juego y captando la atención tanto de aficionados nacionales como internacionales. Además, la LMB ha cruzado fronteras al enviar a sus jugadores a competir en el extranjero, como sucedió recientemente cuando representantes de la liga jugaron contra oponentes asiáticos en Corea del Sur, demostrando que el beisbol mexicano es un puente de unión global.

En la Gala de aniversario, se destacó la contribución de grandes figuras que han dejado una huella imborrable, desde el fundador Alejandro Aguilar Reyes, hasta íconos como Fernando Valenzuela y Beto Ávila. Estos momentos no solo celebran los logros deportivos, sino el profundo sentido de comunidad que ha cimentado la liga durante su trayectoria.

El impacto de la LMB va más allá de lo deportivo. El crecimiento de la liga ha creado miles de empleos en diversas áreas. Además, la expansión de la LMB, con 20 equipos en activo, ha permitido que los jóvenes talentos mexicanos encuentren oportunidades para desarrollarse y jugar al más alto nivel. Esto no solo beneficia a los jugadores, sino que también impulsa la economía local y fomenta la inversión en infraestructura. Los equipos, a través de sus actividades y sus juegos, promueven el turismo, la cultura y la creación de nuevos empleos en las ciudades donde se juegan los partidos. De esta manera, la liga se ha convertido en un pilar que no solo hace vibrar a los aficionados, sino que también contribuye al bienestar económico de las comunidades que la rodean.

Hoy, la LMB no solo celebra su historia, sino también una nueva era de crecimiento, estabilidad y proyección internacional. La liga ha superado los obstáculos que la amenazaban hace una década y ahora se proyecta como un referente en América Latina. El trabajo y la visión de Horacio de la Vega, junto con el apoyo continuo de los empresarios, los esfuerzos de los equipos,  jugadores, y sus colaboradores, han sido fundamentales en la construcción de un futuro sólido para el beisbol mexicano. Los próximos 100 años serán, sin duda, una continuación del éxito logrado. La LMB tiene el potencial de seguir creciendo, no solo como una liga deportiva, sino como un motor económico, social y cultural que inspire a nuevas generaciones de mexicanos.

La celebración de su centenario es un recordatorio del impacto que el beisbol ha tenido en la vida de los mexicanos y el legado que sigue construyendo para el futuro del deporte y la economía del país. Como bien lo dijo De la Vega, “la Liga Mexicana ha llegado a esta celebración gracias al trabajo y a la entrega de cientos de personas que hacen posible que día a día haya juegos en los parques de pelota”.

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