1. Control. Con Claudia Sheinbaum en la Presidencia, el gabinete de seguridad logra resultados que, esta vez, sí suenan a avance real. Omar García Harfuch desde la SSPC, Ricardo Trevilla al frente de la Sedena y Raymundo Morales en la Marina desplegaron operativos en 12 estados con detenciones, cateos y decomisos que no se ven todos los días. Baja California, Guerrero y Sinaloa, entre otros, fueron escenario de un despliegue coordinado que da señales de una estrategia que, por fin, deja de ser pura retórica. La incidencia delictiva muestra una tendencia a la baja y, aunque el reto es monumental, el Estado empieza a recuperar terreno.
2. Doble rostro. Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo, sigue presumiendo “resultados” en un estado donde el huachicol corre libre. Qué curioso, llegó como el adalid del cambio, pero terminó como uno más del club de “gobernadores obedientes”, esos que entregaron dignidad a cambio de impunidad, embajadas o curules. ¿Quién lo puso? Ya sabemos. Menchaca es el ejemplo perfecto del “nuevo” PRI reciclado por Morena, a cargo de Luisa María Alcalde: viejo colmillo, nueva camiseta. Si baja el crimen, es gracias al régimen; si sube, culpa del pasado. La DEA sitúa cárteles en Hidalgo; y ¿eso qué?
3. Clase. Ricardo Monreal volvió al Senado como figura institucional y político de oficio. Desde la Jucopo, en San Lázaro, aprovechó la Comisión Permanente para tender puentes con la prensa. “Nunca me ha molestado que me pregunten ni el tono en que lo hagan”, dijo en su visita. Hasta aseveró que los extrañaba. Qué diferencia de trato con otros actores políticos como Gerardo Fernández Noroña, quien no tolera los cuestionamientos y cuyo sello es la confrontación. Sin evasivas, Monreal respondió, y anunció dos periodos extraordinarios. Lección para todos, la verdadera clase no se impone, se ejerce.
4. Refugio digno. Filippo Grandi vino, vio y aplaudió. El alto comisionado de la ONU para los Refugiados reconoció que México sí sabe integrar a quienes huyen de la violencia. Desde 2016, más de 160 mil personas desplazadas han accedido a empleo, vivienda y servicios gracias al Programa de Integración Local, y Aguascalientes ya es vitrina internacional. Allí conoció a Ibrahime Sylla, migrante de Guinea Ecuatorial, quien había recorrido 10 países antes de ser cobijado en México, y hoy jugador del Necaxa, símbolo viviente de que sí se puede. La presidenta Claudia Sheinbaum recoge este espaldarazo a la inclusión con resultados concretos.
5. Democracia. En Morena, a cargo de Luisa María Alcalde, nadie duda que el 1 de junio será una jornada “histórica”, “pacífica” y “ciudadana”. Claudia Sheinbaum ya lo declaró desde el púlpito mañanero, millones votarán con alegría por jueces, magistrados y ministros. Mientras tanto, Ricardo Monreal advierte que no hay miedo, aunque ya se habla de sancionar a quienes se atrevan a no votar. Morena exige castigo a empresarios rebeldes, y el PAN de Jorge Romero decide permanecer agazapado. Figuras como el expresidente Vicente Fox, han llamado a la abstención. Quiéranlo o no, la jornada del 1 de junio cambiará el rumbo del país.