La histórica visita de Medias Rojas a Monterrey cerró con otro recital ofensivo. Si la primera noche fue una demostración de talento joven y poder puntual, la segunda fue un desfile de batazos desde el primer inning. Boston venció 12-8 a Sultanes, en el segundo duelo de exhibición celebrado en el Palacio Sultán, y se marcha con el cariño del público regio y con dos triunfos.
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Apenas se acomodaban los aficionados en sus butacas cuando el equipo de la Liga Americana de la MLB prendió la chispa. Rob Refsnyder castigó al abridor Manny Bañuelos con un cuadrangular de tres carreras y poco después Kristian Campbell también se voló la barda para colocar un 5-0 antes que Sultanes reaccionara.
A diferencia del lunes, Monterrey respondió con más contundencia. En la cuarta, Donovan Casey conectó un doble productor de dos carreras para recortar desventaja. En la quinta, Roberto Valenzuela dio un sencillo impulsor y Denzel Richardson añadió una más con elevado de sacrificio. La pizarra se apretó 5-4 y el estadio volvió a rugir.
La ilusión duró poco. Boston aceleró con la misma fórmula: batazos. David Hamilton conectó un jonrón de tres carreras en la sexta y, como si la historia quisiera repetirse, Marcelo Mayer volvió a aparecer con el momento oportuno. El infielder de padres mexicanos disparó un doble productor de dos carreras para terminar una serie brillante: se fue de 8-5 con siete remolcadas, robándose los reflectores en ambas jornadas.
En la lomita, Brennan Bernardino fue uno de los pocos brazos con experiencia de Grandes Ligas que vio acción. El mexicano retiró en orden la sexta con par de ponches.
Sultanes siguió peleando y anotó en la séptima y novena, pero la distancia ya era insalvable. Pese a ello, Sultanes dejó una imagen competitiva ante una novena de Grandes Ligas, en una serie que trascendió el resultado para convertirse en una celebración de beisbol.
Boston se va con dos victorias, una figura que dejó huella en Mayer, y la satisfacción de haber hecho historia al presentarse por primera vez en México con su equipo mayor. Monterrey respondió con tribuna llena y ovaciones para todos. Ganó Boston, sí, pero también ganó el espectáculo.
UN REENCUENTRO ESPECIAL: QUIROZ ENFRENTÓ A BOSTON
Esteban Quiroz, jugador estelar de Sultanes de Monterrey, tuvo la gran oportunidad de enfrentar a Medias Rojas de Boston, la organización que le dio su primera oportunidad en el beisbol de Estados Unidos y su favorito en la niñez.
El infielder sonorense fue firmado por los patirrojos en 2018, cuando tenía 26 años y aunque solo se mantuvo una temporada, valora mucho esa experiencia.
Es una experiencia muy bonita (enfrentar a Boston), dijo Quiroz. “Fue el equipo que me abrió las puertas para ir a Estados Unidos. Desde niño los seguía y, aunque no llegué a debutar en Grandes Ligas con ellos por una lesión, siempre voy a estar agradecido”, recuerda el infielder, quien cumplió el sueño de llegar a Grandes Ligas con Cubs en 2022.
En esta serie de pretemporada, en el roster rival, Quiroz reconoció a varios rostros familiares. “Vi un trainer (Brandon Henry) que me ayudó mucho cuando me operaron de la ingle, lo conocí cuando estaba en recuperación y, justo ahí, también conocí a (Tristón) Casas cuando él apenas comenzaba. “También me tocó jugar en otros equipos con (Nick) Sogard, y aquí en México con (Brennan) Bernardino”.
A los 33 años, Quiroz regresa a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con una meta clara: sumar su segundo campeonato en el circuito, ahora con los Sultanes.
Desde el inicio de la pretemporada, todos estamos trabajando con ese objetivo. Es un camino largo, con obstáculos, pero vale la pena”, declaró.
En su regreso a la LMB después de seis temporadas ausente, le muestran ahora un circuito muy diferente de la última ocasión que jugó en este nivel en 2017. “El nivel es más alto y hay que estar peleando todos los días. Los extranjeros que llegan también han elevado la competencia. La clave está en la rutina”.
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