El mundial en México (EU y Canadá) 2026, una utopía futbolera

Forbes México.
El mundial en México (EU y Canadá) 2026, una utopía futbolera

Eduardo Galeano interpretaba al Mundial de Futbol como el mercado global más grande de todos, donde el balón es el único idioma comprendido por la colectividad, y podemos añadir: quien lo tiene en su cancha marca el ritmo del juego.

Es un lenguaje universal con la capacidad de transformar cualquier ciudad en una pequeña Babel —donde se encuentran las voces de todo el planeta—, convertirla en el ombligo del mundo, una idea perfectamente definida y entendida en el proyecto de organización del Mundial 2026 planteado por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y el Comité integrado por servidores públicos, directivos del futbol mexicano y empresarios.

La pelota, por primera vez en la historia de los mundiales, estará en tres países, en una suerte de TMEC del deporte del cual México, Estados Unidos y Canadá compartirán no solo intereses comerciales sino también deportivos. Una gran economía futbolera globalizada, en paráfrasis del periodista y escritor uruguayo.

En la capital nacional el equipo de Brugada ya inició el partido. La expectativa es alta: 5 millones de turistas tan solo en la CDMX, un tercio más del volumen promedio anual, en una ciudad reconocida a nivel mundial, de acuerdo con la secretaria de Turismo, Alejandra Fraustro, como la primera en consumo cultural, la cuarta en gastronomía o la sexta mejor para visitar.

Para un país donde el turismo representa más del 8 por ciento del PIB, este aumento en el flujo de visitantes no es un detalle menor. Que ruede el balón por la cancha económica, turística y, por supuesto, política. La estrategia está en la capacidad ejecutiva del equipo para planificar todas las acciones en movilidad, seguridad e infraestructura.

En 1986 —el segundo Mundial en México, luego de 1970— fuimos testigos de la mano de Dios, ahora apreciamos la utopía futbolera, el epicentro de la pasión y la conexión ancestral con el juego de pelota de hace más de tres mil años.

No solo se trata de ser una anfitriona cordial, sino de aprovechar el evento para disparar la importancia económica y turística en una escala global. Las estimaciones más conservadoras indican una derrama de 11 mil millones de dólares para las ciudades sede. En CMDX podrían ser entre 600 y 800 millones de dólares, más la proyección de equipo ganador.

La Ciudad de México tiene una oportunidad de oro para consolidar su estatus como una de las principales capitales del mundo. No se trata solo de llenar estadios, sino de mostrar su capacidad para organizar eventos de talla global y ofrecer experiencias más allá del partido.

Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es Coordinador General del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México.

X: @guerrerochipres

www.c5.cdmx.gob.mx

Twitter: @C5_CDMX

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Salvador Guerrero Chiprés