De tierras extrañas a nuevo hogar: el impacto de los extranjeros en Saltillo
Las razones por las que la gente emigra de un lugar a otro son diversas y a menudo responden a factores económicos, sociales, políticos o ambientales. Entre las principales razones están las mejores oportunidades laborales y un mayor nivel de vida. Los conflictos armados, violencia política o criminal son también fuertes impulsores de la migración a Saltillo.
En países donde las personas son perseguidas por sus creencias políticas, religiosas, étnicas o sexuales, siempre buscan lugares que les ofrezcan mayor seguridad y libertad.
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También la gente se muda por desastres naturales como terremotos, huracanes, sequías prolongadas, estos eventos inevitables obligan a las personas a abandonar sus hogares. Otro factor de migración es buscar mejores servicios básicos como educación, atención médica y vivienda. Sin duda otro aspecto importante es por la reunificación familiar.
En la actualidad países como Honduras, Venezuela, Haití cuentan con alta migración y diásporas importantes. Existen cuestiones elementales que propician el efecto migratorio como: La falta de derechos civiles, el mal gobierno, la corrupción y la inestabilidad política, son factores determinantes para buscar una vida más estable en otros lugares. Por último y cuando existen las posibilidades económicas, están los sueños y aspiraciones personales, solo por el deseo de experimentar una nueva cultura, aprender un idioma nuevo o explorar mejores oportunidades de desarrollo personal.
LOS PRIMEROS EXTRANJEROS EN MÉXICO
Desde el siglo 16, los primeros extranjeros que llegaron al territorio de lo que hoy es México lo hicieron con diversos roles. Estos extranjeros, que en su momento eran vistos como extraños, incluían conquistadores, misioneros, colonizadores, clérigos y comerciantes. Algunos incluso trajeron consigo esclavos desde África. Estos primeros grupos marcaron el inicio de la interacción de México con el mundo exterior, aunque el flujo de extranjeros fue aún limitado.
EL AUGE DE LA INMIGRACIÓN
Es en el siglo 19 cuando se registra un aumento considerable en la llegada de extranjeros a México, especialmente después de la Independencia de México. La mayoría de los inmigrantes provenían de Europa, principalmente de España, aunque también llegaron de Francia, Italia, Irlanda, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.
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Este incremento en el flujo migratorio fue impulsado por las oportunidades que ofrecía el país, que buscaba poblar territorios y desarrollar la economía.
Antes de 1820, el territorio al norte de Coahuila experimentó la llegada de más de 400 familias de origen irlandés que se establecieron en el territorio de Texas, que en ese momento formaba parte de Coahuila.
La concesión para introducir estas familias fue otorgada a “empresarios”, quienes gestionaban los permisos para traer colonos a tierras coahuitexanas. Una de las condiciones para estos colonos era profesar la religión católica, muchas de las familias se establecieron en el Valle del Pecos y en San Antonio de Béjar.
Las erróneas políticas de poblamiento de los territorios norteños trajeron consigo tensiones entre locales y fuereños que desembocaron en el arrebatamiento del territorio de Texas en 1836 y posteriormente, la guerra con Estados Unidos en 1846.
LA AFLUENCIA DE EXTRANJEROS EN SALTILLO
Entre mediados del siglo 19 y la década de los 30 del siglo 20, la ciudad de Saltillo fue receptora de un número significativo de extranjeros. Muchos llegaron atraídos por las oportunidades que ofrecía nuestra tierra, tales como tierras a precios bajos, mano de obra barata y la posibilidad de iniciar una nueva vida en el comercio o en el ejercicio de sus profesiones. Otros llegaron con fines de propaganda religiosa.
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El historiador Esteban L. Portillo documenta en su Anuario Coahuilense que para 1886 la presencia de diferentes grupos de extranjeros en Saltillo: alemanes (6), españoles (20), norteamericanos (60), ingleses (7), italianos (14) y franceses (18). Estos números reflejan el impacto que la inmigración tuvo en la vida cotidiana y la composición social de la ciudad.
México no cerraba sus puertas a los extranjeros. Un claro ejemplo es el anuncio que apareció en las guías de viajero distribuidas por compañías ferroviarias en México. Estas empresas, además de promover sus rutas, destacaban las oportunidades en sectores como la agricultura, invitando a inversores con “pequeños capitales” a obtener grandes ganancias con rapidez, especialmente en cultivos como café, tabaco y vainilla.
El anuncio resaltaba las ventajas económicas: tierras baratas, mano de obra accesible y grandes posibilidades de desarrollo. El anuncio titulado “Cultura del Café Mexicano”, contiene información detallada y promovían la “Ruta de Laredo”, que conectaba con las fértiles tierras cafetaleras.
Además, las compañías ferroviarias ofrecían boletos de excursión a tarifas reducidas, incentivando a los extranjeros a visitar México y explorar oportunidades de inversión. Esta estrategia, apoyada por el gobierno mexicano, buscaba atraer inmigrantes e inversores para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo de ciertas regiones poco habitadas.
LOS EXTRANJEROS EN SALTILLO
Mencionar a todos los extranjeros que llegaron para quedarse es una tarea extensa. Por eso, solo me referiré a algunos de ellos, reconociendo que no están todos los que hicieron aportes importantes. y que muchos más también jugaron un papel fundamental en la historia de la ciudad. Otro aspecto importante es que, muchos de ellos se casaron con mexicanas.
DESDE ALEMANIA
Principalmente se destaca a Enrique Mass Markhoff, quien llegó como pagador del ejército estadounidense. Se dedicó a la agricultura, fue prestamista, banquero, filántropo. Se casó con Trinidad Narro Rodríguez, la pareja realizó importantes obras de caridad.
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Augustus Gossmann, comerciante dueño de la Mercería Elegante, durante la época de oro de las postales promovió gran cantidad de las mejores postales de la ciudad, se casó con Rosaura Flores. Felipe Holschneider, administrador de varias empresas y los comerciantes del ramo ferretero Clemente Sieber y Mathias Porth.
DE AUSTRIA
Simón y Vittorio Tomasichi, dueños del hotel del mismo apellido, originarios de San Pietro de la Brosa, territorio de Dalmacia, después anexado por Austria. Johannes y Cristina Stark, dedicados a la administración del Hotel Coahuila por un tiempo.
LLEGADOS DE CHINA
De la provincia de Cantón llegaron comerciantes como Lee Sonk Kee y Sams Kee, quienes establecieron tiendas de abarrotes en la calle Moctezuma. Rafael Lee también abrió su propio negocio en la calle Colón. Por otro lado, Fang y Meng operaban lavanderías en la calle Victoria, junto a Samuel Lee, originario de Manchuria, quien también tenía una lavandería, todos se casaron con mexicanas.
DE LA MADRE PATRIA
La mayoría provenían del norte de España y casi todos se dedicaron al comercio. Entre ellos destacan figuras como Bernardo De la Sota y Gajano, quien fue banquero, diplomático y comerciante. También se mencionan los comerciantes Adolfo Amigo, Roque Echeverría, Máximo del Río, Nicolás Paivos, y los hermanos Carlos, Manuel, Francisco y Tomás Muñiz, además de Inocencio Islas, Leopoldo Barrosa, Antonio Ríos, Francisco Pérez y José Negrete. Desde Cataluña llegaron los hermanos Pascual e Isidro Fornés, dedicados al negocio de la venta de libros, así como el empresario textil y dueño del cine Marisel, Juan Gallart Salgas.
LLEGADOS DE FRANCIA
Los hermanos Feliciano, Antonio y Ueodovo Gironés, comerciantes, propietarios de la tienda de ropa Al Puerto de Liverpool. F. Jaubert, empresario hotelero, Lezin Barousse, médico y empresario textil, Alfredo Saussier, panadero y prestamista, Eduardo Laroche, empresario, ingeniero, inventor. Honorato Tessier Florez, hijo de padre francés y madre española, fue actor, maestro e intelectual, trabajó en la Escuela Normal Superior de Coahuila, donde entregó su vida a la labor docente. De igual manera, llegaron integrantes de las familias Risoul y Rosan, ambas dedicadas al comercio de telas y ropa.
DESDE EL PAÍS DE LA BOTA
El exitoso Vicente Ferrara Ferrigno, comerciante, empresario, industrial, vinicultor, fundó la Granja Santa Anita y uno de los socios de Fundidora Monterrey. Donato Volpe, comerciante de ropa. Los hermanos Ángelo, Nicolás y Francesco Cavatino, comerciantes del ramo de ferretería. Otros comerciantes fueron Andrés Zannettini, Bonaventura De Nigris, comerciante relojero, Liborio y Vicente Bonelli, Virgen Zamantino, Alejandro Dinelli, Santiago Copello, Enrico Torri. Domingo Alessio, Bello, comerciante y fabricante de artículos de piel, se casó con Crisanta Robles Rivas, padres de Vito, José Carmen, Miguel, Domingo, María Catarina, Ricardo María.
DE LA REGIÓN DEL SOL NACIENTE
Algunos inmigrantes japoneses llegaron a la región, aportando nuevas tradiciones y oficios. Mariano Kamishima se destacó como comerciante, contribuyó al crecimiento del comercio local. Sabás Umezawa Kiono, originario de Fukushima, dejó su huella como florista y paisajista, fundando la Quinta Cuitláhuac, que más tarde sería conocida como la Quinta Japonesa. Luis Asada Nakasima, nacido en Kumamoto, se dedicó al negocio de las flores, Luis dejó una larga descendencia en la ciudad.
DEJARON ATRÁS LOS TULIPANES
Gerardo Van de Leygraf, originario de Uden, empresario del Hotel Jardín, ubicado estratégicamente en la calle Cuauhtémoc, cerca de las estaciones de ferrocarriles Mexicano y Coahuila y Zacatecas, su hotel se convirtió en un punto clave para los viajeros.
LLEGAN DE LA BRITANIA
Figuras irlandesas dejaron una marca significativa. James Heweston, médico y empresario, fundó la fábrica de textiles La Hibernia, contrajo matrimonio con la saltillense Josefa Guajardo, Heweston acumuló una fortuna al revender terrenos en Texas. Edward Moore, nacido en Castle Ward, se destacó como comerciante de ferretería, contrajo matrimonio con María Francisca Narro Rodríguez. También llegó Juan O’Sullivan, socio de la fábrica textil La Esmeralda en Ramos Arizpe. Sin duda el más exitoso de todos los extranjeros fue Guillermo Purcell, quien destacó como comerciante, agricultor, ganadero y banquero, dejando un legado de cómo hacer negocios en la región.
DE TRADICIÓN RELOJERA
Desde la región relojera de Neuchatel, Suiza, llegó Augusto Niclaus, visionario emprendedor que fundó la icónica Relojería Suiza. El negocio se convirtió en un pilar del comercio local. La Suiza es uno de los establecimientos más antiguos y respetados de la ciudad.
DEL VECINO PAÍS
Por la vecindad llegaron muchas personas destacadas, entre ellas el ingeniero Teodoro Sperry Abbott, ingeniero para el estado de Coahuila, jefe de ingenieros del Ferrocarril de Coahuila y Zacatecas, y jefe de máquinas del Ferrocarril Coahuila y Pacífico. Algunos empresarios relevantes fueron George Durel, capataz de horno. John Woessner, comerciante de maderas. Juan D. Carothers, farmacéutico. En el ámbito de la salud, se contaron médicos como George Eversleigh, Cram, James Smith, Henry Lee y Bibb. Además, los ingenieros y contratistas Mackin & Dillon quienes introdujeron el primer sistema de drenaje en la ciudad.
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Con fines de propaganda religiosa llegaron los misioneros María Wightman Capers, Bloone, Lansing B., John Self Cheavens y el predicador del evangelio, James Barney Butler. Procedente de Richmond, Virginia, el pastor Guillermo D. Powell fundó una de las primeras iglesias bautistas de México.
APARECE LA COMUNIDAD ÁRABE
Entre los primeros migrantes que llegaron a Saltillo en 1902 estaban los hermanos Santos y Jorge Talamás, oriundos de Belén, Palestina. Conocidos por sus artesanías de concha nácar y madera de olivo, ofrecían rosarios y cruces a los visitantes en la tierra donde nació Jesús.
El fenómeno migratorio contribuyó de manera significativa al desarrollo económico y cultural de la región, Saltillo figuró como un punto de encuentro entre diversas culturas y tradiciones a lo largo de los años. Los extranjeros trajeron consigo sueños, perseverancia y talento, como resultado dejaron un legado que perdura hasta hoy. saltillo1900@gmail.com